Foro Juan Rulfo

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cambiar o no cambiar, esa es la cuestión.

“El siglo del conocimiento puede ser el siglo de la ceguera” resulta un recuento de lo visto durante el primer seminario. El autor menciona, entre otras cuestiones, cómo el cúmulo de información que hay actualmente no siempre permite que ésta se digiera de manera adecuada. Parece entonces que una de las nuevas tareas del docente será regular la cantidad y calidad de información con la finalidad de que los estudiantes aprendan a hacer lo propio; habrá que guiarlos para que puedan discernir y elegir. Se trata de poner la información a nuestro favor, ésta no debe ser un producto más de consumo sino ser utilizada para la autoformación.
El artículo recuerda también cómo, a pesar del ritmo acelerado de vida que llevamos, requerimos detenernos y reflexionar para poder crecer y cambiar. Ello está íntimamente ligado a la autoevaluación; si no recapitulamos y aprendemos de nuestras propias experiencias, entonces no seremos capaces de cambiar nuestra práctica docente y, dicho sea de paso, tampoco asuntos personales.
Entonces, si pensamos un poco veremos que vivimos una época, nacional y laboralmente hablando, muy difícil. Ésta puede ser una oportunidad para comenzar a cambiar o para regresar a viejos patrones. ¿Qué elegimos? ¿Le damos cabida a la incertidumbre o dejamos de movernos hasta quedar absolutamente estáticos y anquilosados?

1 comentario:

  1. Y ambas opciones traen consigo amplias consecuencias, elegir por una u otra es lo que determina nuestro paso por la vida, y en particular, nuestro paso en el camino de los procesos de aprendizaje y de enseñanza en el que somos protagonistas. Tener la convicción y consciencia clara de por qué y para qué estamos enseñando lo que enseñamos favorece el desarrollo de nuestra labor ¿o la complejiza?

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