Foro Juan Rulfo

domingo, 3 de octubre de 2010

Y la odisea comenzó…

Menuda tarea la de educar en la Era Planetaria… Quizá no exagero si digo que deberemos revisar todo lo que habíamos creído para comenzar a cambiar. ¿Cómo he pensado siempre que debe ser un profesor? ¿He pensado que debe o no establecerse un vínculo entre estudiantes y docentes? ¿Cómo sería ese vínculo? ¿Cómo concibo el conocimiento? ¿Cómo supongo que se da la construcción del conocimiento en mí y en los otros? ¿Cómo he supuesto que debe darse el desarrollo de los estudiantes y el propio? ¿Cómo es la institución para la que trabajo? ¿Cuáles sus políticas? ¿Educo éticamente?
Después de leer los dos capítulos recuerdo lo que les decía alguna vez en una sesión del seminario: parece ahora que lo menos importante es la Literatura, es como si ésta debiera ser un pretexto para generar conocimientos distintos a lo que había creído. No sólo informar sino formar, pero no como ha sido tradicional en Occidente sino tratando también de alimentar la segunda hélice a la que se refieren los autores.
Abrir paso a la crítica, la solidaridad, la comunidad, los objetivos compartidos y sabiendo que el esfuerzo nunca nos llevará a la meta sino que cada día es apenas el comienzo de algo que no sé qué será.
Y además reconocer que siempre estará la primera hélice contraponiéndose a la segunda y que ello, lejos de ser adverso o un pretexto para el lamento, será un campo de cultivo de donde algo nuevo podrá surgir.
Seguro que muchas veces no veremos el resultado de nuestro esfuerzo y del trabajo cotidiano, pero, como dice el autor, si nos convertimos en topos y trabajamos nuestras propias galerías subterráneas, además de lo colectivo, algo aportaremos para la planetarización.
La odisea de la humanidad comenzó sin que nosotros siquiera hubiésemos estado en el panorama y seguirá y seguirá. No hay escapatoria posible… Con o sin nosotros el proceso se da y se dará. El asunto es a cuál hélice elegimos alimentar.

Acerca del método y sus principios

Ya vimos que el método o anti-método tiene principios generativos y estrategias… aunque no necesariamente los dominamos y quizá nunca lleguemos a hacerlo. Sabemos también que el método se hará haciéndolo y será un eterno caminar hacia la construcción y reconstrucción.
Además, habrá que considerar lo incierto y el azar, supongo que es una cuestión de tratar de adaptarse a los cambios. Tendremos que abrirle paso a la contradicción y verla como parte del crecimiento pues en tanto hay un conflicto se hace necesario cambiar, así se equilibra el sistema: de la tensión que surge entre las contradicciones se generan las oportunidades de cambio.
Una de las intenciones será producir recursos para auto-organizarnos y esa producción de recursos necesariamente deberá llevarnos a producir más recursos hasta lograr ser autónomos sin dejar de depender de los otros. Quizá el seminario es un buen ejemplo de este proceso, pues en él se generan recursos y se muestra la dependencia que tenemos de los otros para ser autosuficientes. Reconocer al otro nos llevará a incluir lo distinto, a complementarnos, a ser antagónicos y a coincidir.
Deberemos ser los protagonistas del conocimiento pues somos quienes lo vivimos y estaremos siempre en proceso. Además de protagonizar nuestro aprendizaje deberemos estar en vigilancia constante del paradigma y no simplificar. Así podremos educar para salir de la desarticulación y de la fragmentación.